Un Ramo De Rosas Para Mi Amor
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Un Ramo De Rosas Para Mi Amor
"Aunque se interponga todo el mundo entre los dos... sabes bien que escribo solo para ti."
Al anochecer de un 23 de Noviembre, me hallaba en Londres, después de haber pasado un día ajetreado, me dispuse a relajarme bebiendo una copa de vino mientras disfrutaba de la tranquilidad y calidez de mi hogar. Me aburría con rapidez el permanecer en un solo lugar, así que comencé a recorrer las habitaciones con tal de distraerme un momento. Miré sobre mi hombro y mi atención fue captada por una de las tantas fotografías enmarcadas que tenía sobre la mesa, volví sobre mis pasos y la observé más de cerca; Se trataba de una vieja fotografía tuya, de cuando tenias un año de edad. Disfrutaste de la fama por primera vez cuando un fotógrafo local de Zanzíbar la expuso en su escaparate, tras haber ganado el primer premio en un concurso de bebés.
Recuerdo que un día en que me reuní con tus padres, tu madre me contó gustosamente una anécdota de la época de tu infancia.
-Durante unas vacaciones quiso hacerme un regalo, en aquella época, los nativos fabricaban y vendían artesanía. Freddie estaba en el parque un día cuando pasó un chico nativo con sus objetos, y Freddie se enamoró de un venado y su cervatillo. Regateó para que le bajase el precio, no tenía los dos chelines y cincuenta centavos que costaba, de modo que le dijo al chico que fuera a casa con él y conseguiría el dinero. Vino a casa y me preguntó si le podía prestar el dinero. Al principio yo me negué, pero a Freddie le dio tanta pena el chico que había venido con él, que al final le di el dinero para que me comprara el regalo.-
También me comentó que como el colegio al que asististe era inglés, se practicaban deportes típicamente ingleses. Cricket, rugby, futbol, gimnasia y otros pasatiempos semejantes. Aborrecías el cricket y las carreras de fondo, pero eras bueno jugando al hockey, y brillante en el boxeo. Tu fuerte, con todo, era el tenis de mesa y fuiste campeón del colegio a los diez años. No eras solo bueno en los deportes, también brillabas en otros aspectos, y tus habilidades artísticas eran incomparables. Te gustaba el arte y siempre estabas haciendo dibujos para amigos y parientes. A tu tía Sheroo también le gustaba el arte y te pedía que dibujaras o pintaras. También estabas loco por la música y ponías discos en el viejo tocadiscos de la familia. El director del colegio se había fijado en tu talento musical y escribió a tus padres sugiriéndoles que deberían pagar un extra para que recibieras clases de música adecuadas, ambos estuvieron de acuerdo y empezaste a aprender a tocar el piano. Mientras estabas en el colegio, formaste tu primera banda, The Hectics, que solo tocaba en las fiestas y bailes del colegio.
Cuando se trasladaron a Feltham, Middlesex, a los diecisiete años, trabajaste en varios empleos para ganar dinero; uno de ellos en el departamento de catering en el aeropuerto de Heathrow. Y tus compañeros hacían comentarios sobre tus manos delicadas, y te preguntaban que por qué trabajabas en aquello. Les dijiste que eras músico, y tus compañeros te ayudaron todo lo posible en las tareas más duras. Tu madre y tu hermana te convencieron de que ahorraras el dinero que ganabas y lo metiste en la caja postal. Tu madre se ocupaba de la libreta.
-Le pregunté el motivo –recuerda ella- y me dijo que tenía que prestarle el dinero a un amigo al que habían echado de su piso y lo necesitaba de modo desesperado. Yo creía que se trataría de diez libras, pero él me pidió cincuenta. Le pregunté si se las iba a devolver y él se encogió de hombros y dijo que no importaba. Era así, siempre generoso con los demás, siempre preocupado por ellos.-
En septiembre de 1966 fuiste admitido en el Ealing College Of Art y empezaste a estudiar diseño grafico. Conociste a Tim Staffel, que era compañero tuyo en el colegio y bajista del grupo “Smile”. El día en que te llevo a uno de sus ensayos, te hiciste amigo de Brian May y Roger Taylor.
En el verano de 1969, le preguntaste a Roger si le interesaba encargarse de un puesto en el Kensington Market. No ganabas mucho dinero y aquello te suponía ingresos suplementarios, Roger y Smile tampoco ganaban mucho, de modo que estuvo de acuerdo. El puesto que consiguieron estaba en un pasillo que los del mercado llamaban “El paseo de la muerte”. Al principio vendías cuadros y dibujos, pero el puesto no fue un gran éxito. Al cabo del tiempo, te dedicaste con Roger a vender ropa que incluso fabricaban entre los dos, todo se vendió bastante bien y les proporcionaba algunas ganancias.
De pronto escuché que tocaron la puerta, volví a colocar la fotografía en su lugar y fui a atender rápidamente. Cuál fue mi sorpresa que al abrir la puerta, me encontré con Roger, Brian, John y Mary. Ellos sonrieron al verme y haciendo lo mismo les invite a pasar. Ya en la sala, comenzamos a platicar y Roger me comentó acerca del tiempo en el que vendía ropa contigo en el Kensington Market.
-Con todo, siempre con la intención de ganar más, un día vendí la chaqueta del propio Freddie por 20 libras. Él se puso furioso y persiguió al comprador, exigiendo que le devolviera la prenda. Le dio el dinero que había pagado por ella y volvió corriendo, entablando una violenta discusión conmigo. Yo insistía que era lo único que habíamos vendido en todo el día y que solo así tendríamos dinero para comer algo y pagar el taxi de vuelta a casa; incluso entonces Freddie aborrecía la idea de utilizar los transportes públicos.-
Los cinco, no pudimos evitar reírnos al escuchar esa anécdota. Aun más John, quien no estaba enterado de esa experiencia ya que aun no había conocido a ninguno de sus tres compañeros de banda. Por lo que Brian decidió contarme más acerca de la historia de “Queen”.
-Era evidente para todos que debíamos combinar nuestros talentos con Freddie y trabajar juntos, tiempo después de que Tim abandonara Smile, llegamos a la conclusión de que entre todos reuníamos la suficiente experiencia y habilidad para desenvolvernos bien en el ambiente musical. Pero aun no habíamos decidido como nos deberíamos de llamar, hasta que Freddie sugirió el nombre de Queen. Roger y yo, no estábamos seguros, pero veíamos que poseía cierto potencial. Era breve, fácil de recordar, y sugería realeza, drama y dinamismo, que eran lo que esperábamos en el futuro. Habíamos tenido a tres bajistas en el grupo, pero por alguna razón no correspondieron. Hasta que durante una actuación en el Maria Assumpta Teacher Training College, nos presentaron a un amigo de un amigo, John Deacon. Después de que él aceptara hacer una prueba en el Imperial College, terminó por unirse a nosotros. Freddie todavía tenía amigos en el ambiente de Kensington, y se había hecho especialmente íntimo de una chica a la que había conocido en 1970, cuando ella salía conmigo. Se trataba de la directora de la Boutique Biba, Mary Austin; Aquí presente.-
-Se me acercaba y creo que a veces, reunía el coraje suficiente como para hacerlo solo; Pero la mayoría de las veces, venia con Roger o con algún otro y pasaba sonriendo y me decía: “Hola” y con el tiempo esto se hizo bastante frecuente. A Freddie le costó casi seis meses pedirme que saliera con el – decía ella-. Creía que le gustaba mi mejor amiga, de modo que le evitaba. Una noche estábamos en una de sus actuaciones y, después de que terminara, se nos acercó. Le dejé en la barra con mi amiga para ir al servicio, pero él se puso furioso. Finalmente tuvo el valor necesario para hablar conmigo, y me convertí en su compañera constante. Cinco meses más tarde, estábamos viviendo juntos y así seguimos durante seis años. Pasado ese tiempo, se confirmaron mis sospechas, sabía que él tenía un conflicto, notaba que él se estaba sintiendo mal por algo. Le veía incomodo y que evitaba situaciones… y eso no se parecía a Freddie, esa no era la persona de quien me había enamorado. No sabía con quien estaba o con quien se estaba viendo, tenía una sospecha acertada; Sin embargo, no tenía una certeza absoluta. Durante una dolorosa conversación, me reveló que el era homosexual; En realidad era un alivio que el mismo me lo dijera, agradecí el hecho de que él pudiera ser honesto y franco conmigo. Una vez que aclaramos eso, se volvió otra persona; Comenzó a parecerse más al Freddie que había conocido originalmente. Estaba más centrado, más relajado y más feliz; nunca se esperó de que yo le apoyara en el hecho de que él fuera homosexual, pero así lo hice; porque eso era parte de lo que él era y me agradaba mucho verlo integrado, el es una persona muy alegre y no se le podía negar ese derecho. Me gustaba verle internamente tranquilo y ¿Cómo podría yo darle la espalda?-
Me había conmovido el comentario de Mary, todos habíamos guardado silencio después de ello. Razón por la cual pienso que Roger se vio obligado a comentar algo.
-La razón por la que Freddie se vino a vivir a Londres- decía Roger-, es porque en Febrero de 1980, él estuvo brevemente en Reino Unido; Pero durante esa estancia, vio una casa que le gustó. Se trataba de una mansión victoriana con un hermoso jardín en el corazón de Kensington, se enamoró de ella y la pago al contado, costándole más de medio millón de libras. Por entonces también ocurrió el hecho de que Freddie decidió cambiar de imagen; se cortó el cabello ante el desconsuelo de muchas fans, se dejó crecer el bigote y no volvió a pintarse las uñas. La mala reacción del público ante su cambio de imagen se vio en el primer concierto de la gira para el álbum “The Game” en Vancouver, donde el público bombardeó a Freddie con hojas de afeitar, para que se quitase aquel bigote que les molestaba.-
-También algo curioso –interrumpió John- es que en el mes de Junio, fuimos en helicóptero de Battersea a Londres, lo que constituyó la primera experiencia en uno de esos aparatos para Freddie. El estaba aterrado. Nunca había volado en algo más pequeño que un jumbo, y aquello le resultaba tan pequeño. Pero le dijimos que había fotógrafos esperándonos, así que se esforzó por disimular lo mucho que temblaba.-
-En cuanto a accidentes… -decía Roger- Un accidente que tuvo Freddie, fue en Múnich, Alemania. Estaba allí, para grabar su álbum en solitario; Tenia amigos íntimos en la ciudad y pasaba muchas noches en un club llamado Henderson’s, lugar favorito de los ricos y famosos. Una noche de finales de Mayo se vio envuelto en una pelea de borrachos, rompiéndose los ligamentos de una pierna, por lo que tuvo que estar tres semanas escayolado. Algo parecido en la pierna le sucedió el 22 de Septiembre en Hannover, cuando durante “Hammer To Fall”, Freddie resbaló volviéndose a romper los ligamentos. No se podía levantar y uno de los del equipo tuvo que ayudarle a sentarse en el piano, donde cantó tres canciones más, hasta que el dolor le obligó a retirarse. Le llevaron inmediatamente al hospital donde, después de pasar por los rayos X, le ordenaron que descansara por completo. Pero algo gracioso ocurrió cuando el 21 de Junio, actuamos en Manheim, que es un gran espacio al aire libre. A Freddie se le ocurrió que el espectáculo mejoraría si él apareciera en el cubo de una gran grúa, pero durante las pruebas quedó aterrado, y se bajó temblando de la grúa, y consideró que aquello era una idea estúpida.-
Todos terminamos riendo ante lo que habían contado, por ultimo Brian acabó con mi duda en cuanto al proyecto de Queen mas reciente.
-En Mayo de 1983, Freddie se encontró con Montserrat Caballé, una de las más grandes divas de la opera de todos los tiempos. Ella cantaba una ópera de Verdi en el Opera House y esa noche surgió un romance inesperado. Ella entró y cantó la primera parte, al final de la misma a Freddie se le cayó la mandíbula y enseguida se puso a preguntar cuando regresaría; Quería escucharla cantar de nuevo y así fue como comenzó todo. Y grabaron juntos el álbum “Barcelona. En 1989 hicimos el álbum “The Miracle”; Cumplimos veintiún años juntos como Queen y este año terminamos nuestro nuevo álbum titulado “Innuendo”.-
Después de agradecerle no solo a Brian por ponerme al tanto de los proyectos, sino también a Mary, John y Roger por su visita. Se despidieron de mí y se fueron. Volví a mi habitación y pensando en ti, apagué las luces y fui a la cama para dormir. “Ojala y pronto reciba noticias de ti.” Musité antes de quedarme dormida.
Al día siguiente, en la tarde, fui a tu casa. Hace mucho tiempo que deseaba ir a visitarte. Caminé hasta tu residencia llevando un exuberante ramo de rosas especialmente para ti. En el camino, unos cuantos recuerdos tuyos acudieron a mi mente...
En el año 1990, Mary invitó a familiares e íntimos amigos para celebrar la navidad. Roger, John y Brian no pudieron estar ahí, ya que fueron a celebrar la especial fecha con sus familias. Estaba conversando con Peter y Jim cuando Mary nos presentó a su pequeño hijo: Richard. Estábamos sumamente encantados con él, pero no tanto como tú lo estuviste. Mary tomó una cámara y grabó aquel momento en que jugabas con Richard, al observar como estrechaste en tus brazos al bebé con una sonrisa, no pude evitar sonreír también, nunca te había visto tan feliz.
Entre los meses de Agosto y Septiembre, me enteré de que estabas muy enfermo. Siempre ibas a pasar el cumpleaños de tu madre junto a ella; Pero esa vez solo le enviaste flores y le dijiste:
-Lo siento mamá, no puedo pasar este cumpleaños contigo pero te lo compensaré luego.-
Ya para Octubre, ya estabas muy deteriorado. Fue un periodo muy triste.
Me comentaron que te mandaron a hacer prendas de cachemira y seda, porque te estaba doliendo incluso la ropa que llevabas.
Recuerdo que asistí en compañía de un amigo a los Metropolis-Studios, creo que se encontraban grabando el video para la canción “Headlong”. Yo no deseaba ir a ninguna parte, mucho menos a un studio. Había tenido un mal día y prácticamente, no estaba de humor para nada. Pero me habían insistido tanto, que terminé cediendo. Una de las tantas escenas que les vi grabar fue una en la que los cuatro subían y se acomodaban en una especie de estantería, Brian debía ir en la parte superior, lo cual les obligó a conseguir una escalera para lograr subirle. Una vez allí, le siguió John y después Roger; la altura era cada vez menor pero aun así, se les veía subir con cierta dificultad ante el espacio tan estrecho. Por último, en la parte inferior, te situaste tú; resultaba muy cómico verles allí. No solo nos divertimos nosotros al observarles, si no también, ustedes al encontrarse allí dentro. John, Brian y Roger al verme a lo lejos, me saludaron y sonrieron; pero creo que tú no lograste verme. Los cuatro se divertían mucho y sonreían, no pude evitar hacerlo yo también; parecían cuatro lindos muñecos vivientes en su estantería, admito que lucían tan bien que tenía deseos de llevarles a mi casa y situar a los cuatro en la sala. Como mencioné anteriormente, no estaba de buen humor; Pero el verte sonreír, cambió todo completamente.
Una mañana fui a visitarte, Mary y Jim me habían citado para verte. Jim me acompañó hasta tu habitación, donde me encontré con Mary; Ella me saludó, yo le devolví el saludo al mismo tiempo que observé el momento en que tomó un cepillo de cerdas suaves y comenzó a cepillar con delicadeza tu cabello. Jim me había dicho que estabas muy débil y por ello permanecías en cama la mayor parte del tiempo, también que habías comenzado a tener problemas de la vista. Supongo que no te habías percatado de mi presencia, de todas formas, me limité a observarles desde el marco de la puerta, Jim me dijo que me acercara, dude al principio; Pero después Mary me dijo lo mismo. Convenciéndoles de que lo haría más tarde, fuimos a la sala para conversar un rato. Habían transcurrido cerca de dos horas, por lo que al momento en que subí a tu habitación, me di cuenta de que estabas dormido. Lentamente, me acerqué y me recosté junto a ti, teniendo cuidado de no despertarte. Me hallaba absorta en mis pensamientos cuando en ese momento sentí como palpando sobre la cama encontraste rápidamente donde estaba mi brazo bajaste hasta mi mano y la estrechaste esbozando una sonrisa, me llevaste hacia ti y abrazándome volviste a dormirte. Supongo que me confundiste con Mary o Jim.
Lo más difícil de todo era saber de que hiciéramos lo que hiciéramos, no te curarías. Íbamos a pasar uno o dos años tratando de ayudarte, pero de todas maneras morirías.
El último acto público que hiciste, fue emitir un comunicado en el que admitías que sufrías de SIDA. Ese comunicado fue una de las cosas más difíciles; No solo para ti, sino para todos los que se encontraban contigo.
Sabias que ya no volverías a salir de tu casa y que no tendrías que volver a preocuparte de las acciones de la prensa, las fotografías ni nada por el estilo. Sabias que una vez emitido el comunicado, tu vida habría terminado. Una de las razones por las que te costara tanto emitirlo, fue que convertirías a todos en mentirosos ante el público; pues todos habíamos negado a amigos, familiares, conocidos y demás que tú estuvieras sufriendo esa enfermedad.
Sin duda quisiste proteger a tus padres y a tu hermana, de hecho, quisiste proteger a todos los que estaban en tu casa, a todos los que te cuidaban y atendían. No querías que ellos fuesen incomodados, ni que nadie presenciara tu deterioro, no querías que nadie tuviese que pasar por eso.
Pocos fuimos los que vimos como fuiste consumido por el SIDA, hasta dejarte débil y casi ciego, entre sabanas de seda; dentro de la suntuosa recamara de tu fastuosa mansión; Al decidir no volver a consumir tu tratamiento.
Ese terrible domingo en la mañana, llegué hasta tu casa. Todos se encontraban sumamente tranquilos, mientras tú estabas sumido en tus sueños. Hasta que notaron que tu respiración había cambiado. Llamaron al médico, quien al examinarte nos explicó que habías entrado en coma. Todos íbamos y veníamos, tus padres llamaban por teléfono.
El doctor dijo que no dejaran ir a nadie en ese momento, porque era posible que mejoraras.
El médico estaba por subir a su auto y Jim y Peter estaban arriba contigo. De pronto notaron que tu pecho ya no se movía, habías dejado de respirar. Jim bajó las escaleras y dijo:
-Se ha ido.-
Supongo que hicieron lo que siempre se hace para ver si una persona respira. Pero él simplemente nos miró y volvió a decir:
-Se ha ido.-
El domingo 24 de noviembre de 1991 a las 6:48 aproximadamente, fue el momento en que te fuiste.
Tímido pero extrovertido, exigente pero generoso, temperamental pero bondadoso. Fuiste un afamado perfeccionista, de una personalidad tan compleja, como absoluto fue tu éxito.
Lo tenías todo, en extremos. Pero por supuesto, tu vida no fue solamente brillo y lentejuelas.
Las noticias de tu muerte, recorrieron el mundo entero, y telegramas y mensajes inundaron tu oficina y tu casa.
John, Brian y Roger estaban hechos trizas; habían perdido a su mejor amigo y publicaron la siguiente declaración:
“Hemos perdido al mejor y más querido miembro de nuestra familia. Sentimos un dolor tremendo porque se ha ido, tristeza porque se encontraba en la cumbre de su creatividad, pero por encima de todo un gran orgullo por el modo valeroso en que murió. Nos ha sido concedido el privilegio de compartir nuestra vida con él. En cuanto nos sea posible, quisiéramos celebrar su vida al estilo al que nos tenía acostumbrados.”
Invadida por la tristeza y el dolor, y al no haber podido entrar para verte; no tuve más que hacer que dejar el ramo de rosas que llevaba para ti ante la puerta de tu habitación.
En los días anteriores a tu funeral, veía como llegaban flores a camionadas. Las mandaron a tu casa y a las oficinas de Queen. Muchos fans se habían reunido en los alrededores de tu casa, por lo que tuvieron que cerrar la calle durante algunos días.
La cremación tuvo lugar el 27 de Noviembre, fue privada y con pocos invitados. La ceremonia se celebró según las creencias de Zoroastro, una religión persa de la que tus padres eran creyentes.
Los periódicos, en general, fueron amables contigo después de tu muerte y la mayoría de ellos incluyeron páginas de homenaje a tu talento.
Como homenaje Post-mortem se lanzó un doble sencillo con dos temas: “Bohemian Rhapsody” y “These Are The Days Of Our Lives”. Cuyo dinero recaudado fue a una organización para la lucha contra el SIDA.
Dejaste una enorme fortuna, a Mary Austin le dejaste cincuenta millones de dólares; Además de pedirle que ella sea la única que sepa donde quedarán tus cenizas. A tu último amante, Jim Hutton, le dejaste casi un millón de dólares y una casa; Además que dirigirá una fundación para infectados de SIDA, como le pediste que hiciera con la fortuna que le dejaste. Y a tu familia destinaste la otra mitad del dinero.
Supe que grabaste el álbum “The Miracle” sin saber si ibas a poder hacer otro, y después de terminarlo, insististe en volver a los estudios para grabar otro. El resultado fue el intenso “Innuendo”. Tu voz en ese álbum fue tan potente que eliminó los rumores de que estabas seriamente enfermo.
Te habías dicho que cuando no pudieras grabar más por no tener la energía necesaria, entonces sería el fin. Porque tu vida fue tu trabajo, tu trabajo fue toda tu alegría. Decidiste irte cuando ya no tuvieras eso, y lo hiciste a tu manera.
Una mañana me reuní con Diana Moseley, y me contó acerca de la última visita que te hizo.
-Nos fuimos al piso de abajo y jugamos una partida de Scrabble, yo estaba bebiendo champaña, estábamos solo él y yo. Cuando me iba, me dijo: -Gracias por pasar la tarde con este viejo.-
Después de decírmelo, me miró a los ojos y comenzó a llorar, por lo que la abrazé y consolé ese día.
Estuve presente cuando grabaste el que se convertiría en tu último video “These Are The Days Of Our Lives”. Sufrías grandes dolores y te costaba mantenerte en pie; Pero insistías en continuar con tu humor y alegría habituales. Aun puedo recordar perfectamente aquellos momentos en que sonreías durante el video.
Ahora me encuentro escribiendo esto, preguntándome si en algún momento te percataste de que siempre estuve junto a ti.
Al anochecer de un 23 de Noviembre, me hallaba en Londres, después de haber pasado un día ajetreado, me dispuse a relajarme bebiendo una copa de vino mientras disfrutaba de la tranquilidad y calidez de mi hogar. Me aburría con rapidez el permanecer en un solo lugar, así que comencé a recorrer las habitaciones con tal de distraerme un momento. Miré sobre mi hombro y mi atención fue captada por una de las tantas fotografías enmarcadas que tenía sobre la mesa, volví sobre mis pasos y la observé más de cerca; Se trataba de una vieja fotografía tuya, de cuando tenias un año de edad. Disfrutaste de la fama por primera vez cuando un fotógrafo local de Zanzíbar la expuso en su escaparate, tras haber ganado el primer premio en un concurso de bebés.
Recuerdo que un día en que me reuní con tus padres, tu madre me contó gustosamente una anécdota de la época de tu infancia.
-Durante unas vacaciones quiso hacerme un regalo, en aquella época, los nativos fabricaban y vendían artesanía. Freddie estaba en el parque un día cuando pasó un chico nativo con sus objetos, y Freddie se enamoró de un venado y su cervatillo. Regateó para que le bajase el precio, no tenía los dos chelines y cincuenta centavos que costaba, de modo que le dijo al chico que fuera a casa con él y conseguiría el dinero. Vino a casa y me preguntó si le podía prestar el dinero. Al principio yo me negué, pero a Freddie le dio tanta pena el chico que había venido con él, que al final le di el dinero para que me comprara el regalo.-
También me comentó que como el colegio al que asististe era inglés, se practicaban deportes típicamente ingleses. Cricket, rugby, futbol, gimnasia y otros pasatiempos semejantes. Aborrecías el cricket y las carreras de fondo, pero eras bueno jugando al hockey, y brillante en el boxeo. Tu fuerte, con todo, era el tenis de mesa y fuiste campeón del colegio a los diez años. No eras solo bueno en los deportes, también brillabas en otros aspectos, y tus habilidades artísticas eran incomparables. Te gustaba el arte y siempre estabas haciendo dibujos para amigos y parientes. A tu tía Sheroo también le gustaba el arte y te pedía que dibujaras o pintaras. También estabas loco por la música y ponías discos en el viejo tocadiscos de la familia. El director del colegio se había fijado en tu talento musical y escribió a tus padres sugiriéndoles que deberían pagar un extra para que recibieras clases de música adecuadas, ambos estuvieron de acuerdo y empezaste a aprender a tocar el piano. Mientras estabas en el colegio, formaste tu primera banda, The Hectics, que solo tocaba en las fiestas y bailes del colegio.
Cuando se trasladaron a Feltham, Middlesex, a los diecisiete años, trabajaste en varios empleos para ganar dinero; uno de ellos en el departamento de catering en el aeropuerto de Heathrow. Y tus compañeros hacían comentarios sobre tus manos delicadas, y te preguntaban que por qué trabajabas en aquello. Les dijiste que eras músico, y tus compañeros te ayudaron todo lo posible en las tareas más duras. Tu madre y tu hermana te convencieron de que ahorraras el dinero que ganabas y lo metiste en la caja postal. Tu madre se ocupaba de la libreta.
-Le pregunté el motivo –recuerda ella- y me dijo que tenía que prestarle el dinero a un amigo al que habían echado de su piso y lo necesitaba de modo desesperado. Yo creía que se trataría de diez libras, pero él me pidió cincuenta. Le pregunté si se las iba a devolver y él se encogió de hombros y dijo que no importaba. Era así, siempre generoso con los demás, siempre preocupado por ellos.-
En septiembre de 1966 fuiste admitido en el Ealing College Of Art y empezaste a estudiar diseño grafico. Conociste a Tim Staffel, que era compañero tuyo en el colegio y bajista del grupo “Smile”. El día en que te llevo a uno de sus ensayos, te hiciste amigo de Brian May y Roger Taylor.
En el verano de 1969, le preguntaste a Roger si le interesaba encargarse de un puesto en el Kensington Market. No ganabas mucho dinero y aquello te suponía ingresos suplementarios, Roger y Smile tampoco ganaban mucho, de modo que estuvo de acuerdo. El puesto que consiguieron estaba en un pasillo que los del mercado llamaban “El paseo de la muerte”. Al principio vendías cuadros y dibujos, pero el puesto no fue un gran éxito. Al cabo del tiempo, te dedicaste con Roger a vender ropa que incluso fabricaban entre los dos, todo se vendió bastante bien y les proporcionaba algunas ganancias.
De pronto escuché que tocaron la puerta, volví a colocar la fotografía en su lugar y fui a atender rápidamente. Cuál fue mi sorpresa que al abrir la puerta, me encontré con Roger, Brian, John y Mary. Ellos sonrieron al verme y haciendo lo mismo les invite a pasar. Ya en la sala, comenzamos a platicar y Roger me comentó acerca del tiempo en el que vendía ropa contigo en el Kensington Market.
-Con todo, siempre con la intención de ganar más, un día vendí la chaqueta del propio Freddie por 20 libras. Él se puso furioso y persiguió al comprador, exigiendo que le devolviera la prenda. Le dio el dinero que había pagado por ella y volvió corriendo, entablando una violenta discusión conmigo. Yo insistía que era lo único que habíamos vendido en todo el día y que solo así tendríamos dinero para comer algo y pagar el taxi de vuelta a casa; incluso entonces Freddie aborrecía la idea de utilizar los transportes públicos.-
Los cinco, no pudimos evitar reírnos al escuchar esa anécdota. Aun más John, quien no estaba enterado de esa experiencia ya que aun no había conocido a ninguno de sus tres compañeros de banda. Por lo que Brian decidió contarme más acerca de la historia de “Queen”.
-Era evidente para todos que debíamos combinar nuestros talentos con Freddie y trabajar juntos, tiempo después de que Tim abandonara Smile, llegamos a la conclusión de que entre todos reuníamos la suficiente experiencia y habilidad para desenvolvernos bien en el ambiente musical. Pero aun no habíamos decidido como nos deberíamos de llamar, hasta que Freddie sugirió el nombre de Queen. Roger y yo, no estábamos seguros, pero veíamos que poseía cierto potencial. Era breve, fácil de recordar, y sugería realeza, drama y dinamismo, que eran lo que esperábamos en el futuro. Habíamos tenido a tres bajistas en el grupo, pero por alguna razón no correspondieron. Hasta que durante una actuación en el Maria Assumpta Teacher Training College, nos presentaron a un amigo de un amigo, John Deacon. Después de que él aceptara hacer una prueba en el Imperial College, terminó por unirse a nosotros. Freddie todavía tenía amigos en el ambiente de Kensington, y se había hecho especialmente íntimo de una chica a la que había conocido en 1970, cuando ella salía conmigo. Se trataba de la directora de la Boutique Biba, Mary Austin; Aquí presente.-
-Se me acercaba y creo que a veces, reunía el coraje suficiente como para hacerlo solo; Pero la mayoría de las veces, venia con Roger o con algún otro y pasaba sonriendo y me decía: “Hola” y con el tiempo esto se hizo bastante frecuente. A Freddie le costó casi seis meses pedirme que saliera con el – decía ella-. Creía que le gustaba mi mejor amiga, de modo que le evitaba. Una noche estábamos en una de sus actuaciones y, después de que terminara, se nos acercó. Le dejé en la barra con mi amiga para ir al servicio, pero él se puso furioso. Finalmente tuvo el valor necesario para hablar conmigo, y me convertí en su compañera constante. Cinco meses más tarde, estábamos viviendo juntos y así seguimos durante seis años. Pasado ese tiempo, se confirmaron mis sospechas, sabía que él tenía un conflicto, notaba que él se estaba sintiendo mal por algo. Le veía incomodo y que evitaba situaciones… y eso no se parecía a Freddie, esa no era la persona de quien me había enamorado. No sabía con quien estaba o con quien se estaba viendo, tenía una sospecha acertada; Sin embargo, no tenía una certeza absoluta. Durante una dolorosa conversación, me reveló que el era homosexual; En realidad era un alivio que el mismo me lo dijera, agradecí el hecho de que él pudiera ser honesto y franco conmigo. Una vez que aclaramos eso, se volvió otra persona; Comenzó a parecerse más al Freddie que había conocido originalmente. Estaba más centrado, más relajado y más feliz; nunca se esperó de que yo le apoyara en el hecho de que él fuera homosexual, pero así lo hice; porque eso era parte de lo que él era y me agradaba mucho verlo integrado, el es una persona muy alegre y no se le podía negar ese derecho. Me gustaba verle internamente tranquilo y ¿Cómo podría yo darle la espalda?-
Me había conmovido el comentario de Mary, todos habíamos guardado silencio después de ello. Razón por la cual pienso que Roger se vio obligado a comentar algo.
-La razón por la que Freddie se vino a vivir a Londres- decía Roger-, es porque en Febrero de 1980, él estuvo brevemente en Reino Unido; Pero durante esa estancia, vio una casa que le gustó. Se trataba de una mansión victoriana con un hermoso jardín en el corazón de Kensington, se enamoró de ella y la pago al contado, costándole más de medio millón de libras. Por entonces también ocurrió el hecho de que Freddie decidió cambiar de imagen; se cortó el cabello ante el desconsuelo de muchas fans, se dejó crecer el bigote y no volvió a pintarse las uñas. La mala reacción del público ante su cambio de imagen se vio en el primer concierto de la gira para el álbum “The Game” en Vancouver, donde el público bombardeó a Freddie con hojas de afeitar, para que se quitase aquel bigote que les molestaba.-
-También algo curioso –interrumpió John- es que en el mes de Junio, fuimos en helicóptero de Battersea a Londres, lo que constituyó la primera experiencia en uno de esos aparatos para Freddie. El estaba aterrado. Nunca había volado en algo más pequeño que un jumbo, y aquello le resultaba tan pequeño. Pero le dijimos que había fotógrafos esperándonos, así que se esforzó por disimular lo mucho que temblaba.-
-En cuanto a accidentes… -decía Roger- Un accidente que tuvo Freddie, fue en Múnich, Alemania. Estaba allí, para grabar su álbum en solitario; Tenia amigos íntimos en la ciudad y pasaba muchas noches en un club llamado Henderson’s, lugar favorito de los ricos y famosos. Una noche de finales de Mayo se vio envuelto en una pelea de borrachos, rompiéndose los ligamentos de una pierna, por lo que tuvo que estar tres semanas escayolado. Algo parecido en la pierna le sucedió el 22 de Septiembre en Hannover, cuando durante “Hammer To Fall”, Freddie resbaló volviéndose a romper los ligamentos. No se podía levantar y uno de los del equipo tuvo que ayudarle a sentarse en el piano, donde cantó tres canciones más, hasta que el dolor le obligó a retirarse. Le llevaron inmediatamente al hospital donde, después de pasar por los rayos X, le ordenaron que descansara por completo. Pero algo gracioso ocurrió cuando el 21 de Junio, actuamos en Manheim, que es un gran espacio al aire libre. A Freddie se le ocurrió que el espectáculo mejoraría si él apareciera en el cubo de una gran grúa, pero durante las pruebas quedó aterrado, y se bajó temblando de la grúa, y consideró que aquello era una idea estúpida.-
Todos terminamos riendo ante lo que habían contado, por ultimo Brian acabó con mi duda en cuanto al proyecto de Queen mas reciente.
-En Mayo de 1983, Freddie se encontró con Montserrat Caballé, una de las más grandes divas de la opera de todos los tiempos. Ella cantaba una ópera de Verdi en el Opera House y esa noche surgió un romance inesperado. Ella entró y cantó la primera parte, al final de la misma a Freddie se le cayó la mandíbula y enseguida se puso a preguntar cuando regresaría; Quería escucharla cantar de nuevo y así fue como comenzó todo. Y grabaron juntos el álbum “Barcelona. En 1989 hicimos el álbum “The Miracle”; Cumplimos veintiún años juntos como Queen y este año terminamos nuestro nuevo álbum titulado “Innuendo”.-
Después de agradecerle no solo a Brian por ponerme al tanto de los proyectos, sino también a Mary, John y Roger por su visita. Se despidieron de mí y se fueron. Volví a mi habitación y pensando en ti, apagué las luces y fui a la cama para dormir. “Ojala y pronto reciba noticias de ti.” Musité antes de quedarme dormida.
Al día siguiente, en la tarde, fui a tu casa. Hace mucho tiempo que deseaba ir a visitarte. Caminé hasta tu residencia llevando un exuberante ramo de rosas especialmente para ti. En el camino, unos cuantos recuerdos tuyos acudieron a mi mente...
En el año 1990, Mary invitó a familiares e íntimos amigos para celebrar la navidad. Roger, John y Brian no pudieron estar ahí, ya que fueron a celebrar la especial fecha con sus familias. Estaba conversando con Peter y Jim cuando Mary nos presentó a su pequeño hijo: Richard. Estábamos sumamente encantados con él, pero no tanto como tú lo estuviste. Mary tomó una cámara y grabó aquel momento en que jugabas con Richard, al observar como estrechaste en tus brazos al bebé con una sonrisa, no pude evitar sonreír también, nunca te había visto tan feliz.
Entre los meses de Agosto y Septiembre, me enteré de que estabas muy enfermo. Siempre ibas a pasar el cumpleaños de tu madre junto a ella; Pero esa vez solo le enviaste flores y le dijiste:
-Lo siento mamá, no puedo pasar este cumpleaños contigo pero te lo compensaré luego.-
Ya para Octubre, ya estabas muy deteriorado. Fue un periodo muy triste.
Me comentaron que te mandaron a hacer prendas de cachemira y seda, porque te estaba doliendo incluso la ropa que llevabas.
Recuerdo que asistí en compañía de un amigo a los Metropolis-Studios, creo que se encontraban grabando el video para la canción “Headlong”. Yo no deseaba ir a ninguna parte, mucho menos a un studio. Había tenido un mal día y prácticamente, no estaba de humor para nada. Pero me habían insistido tanto, que terminé cediendo. Una de las tantas escenas que les vi grabar fue una en la que los cuatro subían y se acomodaban en una especie de estantería, Brian debía ir en la parte superior, lo cual les obligó a conseguir una escalera para lograr subirle. Una vez allí, le siguió John y después Roger; la altura era cada vez menor pero aun así, se les veía subir con cierta dificultad ante el espacio tan estrecho. Por último, en la parte inferior, te situaste tú; resultaba muy cómico verles allí. No solo nos divertimos nosotros al observarles, si no también, ustedes al encontrarse allí dentro. John, Brian y Roger al verme a lo lejos, me saludaron y sonrieron; pero creo que tú no lograste verme. Los cuatro se divertían mucho y sonreían, no pude evitar hacerlo yo también; parecían cuatro lindos muñecos vivientes en su estantería, admito que lucían tan bien que tenía deseos de llevarles a mi casa y situar a los cuatro en la sala. Como mencioné anteriormente, no estaba de buen humor; Pero el verte sonreír, cambió todo completamente.
Una mañana fui a visitarte, Mary y Jim me habían citado para verte. Jim me acompañó hasta tu habitación, donde me encontré con Mary; Ella me saludó, yo le devolví el saludo al mismo tiempo que observé el momento en que tomó un cepillo de cerdas suaves y comenzó a cepillar con delicadeza tu cabello. Jim me había dicho que estabas muy débil y por ello permanecías en cama la mayor parte del tiempo, también que habías comenzado a tener problemas de la vista. Supongo que no te habías percatado de mi presencia, de todas formas, me limité a observarles desde el marco de la puerta, Jim me dijo que me acercara, dude al principio; Pero después Mary me dijo lo mismo. Convenciéndoles de que lo haría más tarde, fuimos a la sala para conversar un rato. Habían transcurrido cerca de dos horas, por lo que al momento en que subí a tu habitación, me di cuenta de que estabas dormido. Lentamente, me acerqué y me recosté junto a ti, teniendo cuidado de no despertarte. Me hallaba absorta en mis pensamientos cuando en ese momento sentí como palpando sobre la cama encontraste rápidamente donde estaba mi brazo bajaste hasta mi mano y la estrechaste esbozando una sonrisa, me llevaste hacia ti y abrazándome volviste a dormirte. Supongo que me confundiste con Mary o Jim.
Lo más difícil de todo era saber de que hiciéramos lo que hiciéramos, no te curarías. Íbamos a pasar uno o dos años tratando de ayudarte, pero de todas maneras morirías.
El último acto público que hiciste, fue emitir un comunicado en el que admitías que sufrías de SIDA. Ese comunicado fue una de las cosas más difíciles; No solo para ti, sino para todos los que se encontraban contigo.
Sabias que ya no volverías a salir de tu casa y que no tendrías que volver a preocuparte de las acciones de la prensa, las fotografías ni nada por el estilo. Sabias que una vez emitido el comunicado, tu vida habría terminado. Una de las razones por las que te costara tanto emitirlo, fue que convertirías a todos en mentirosos ante el público; pues todos habíamos negado a amigos, familiares, conocidos y demás que tú estuvieras sufriendo esa enfermedad.
Sin duda quisiste proteger a tus padres y a tu hermana, de hecho, quisiste proteger a todos los que estaban en tu casa, a todos los que te cuidaban y atendían. No querías que ellos fuesen incomodados, ni que nadie presenciara tu deterioro, no querías que nadie tuviese que pasar por eso.
Pocos fuimos los que vimos como fuiste consumido por el SIDA, hasta dejarte débil y casi ciego, entre sabanas de seda; dentro de la suntuosa recamara de tu fastuosa mansión; Al decidir no volver a consumir tu tratamiento.
Ese terrible domingo en la mañana, llegué hasta tu casa. Todos se encontraban sumamente tranquilos, mientras tú estabas sumido en tus sueños. Hasta que notaron que tu respiración había cambiado. Llamaron al médico, quien al examinarte nos explicó que habías entrado en coma. Todos íbamos y veníamos, tus padres llamaban por teléfono.
El doctor dijo que no dejaran ir a nadie en ese momento, porque era posible que mejoraras.
El médico estaba por subir a su auto y Jim y Peter estaban arriba contigo. De pronto notaron que tu pecho ya no se movía, habías dejado de respirar. Jim bajó las escaleras y dijo:
-Se ha ido.-
Supongo que hicieron lo que siempre se hace para ver si una persona respira. Pero él simplemente nos miró y volvió a decir:
-Se ha ido.-
El domingo 24 de noviembre de 1991 a las 6:48 aproximadamente, fue el momento en que te fuiste.
Tímido pero extrovertido, exigente pero generoso, temperamental pero bondadoso. Fuiste un afamado perfeccionista, de una personalidad tan compleja, como absoluto fue tu éxito.
Lo tenías todo, en extremos. Pero por supuesto, tu vida no fue solamente brillo y lentejuelas.
Las noticias de tu muerte, recorrieron el mundo entero, y telegramas y mensajes inundaron tu oficina y tu casa.
John, Brian y Roger estaban hechos trizas; habían perdido a su mejor amigo y publicaron la siguiente declaración:
“Hemos perdido al mejor y más querido miembro de nuestra familia. Sentimos un dolor tremendo porque se ha ido, tristeza porque se encontraba en la cumbre de su creatividad, pero por encima de todo un gran orgullo por el modo valeroso en que murió. Nos ha sido concedido el privilegio de compartir nuestra vida con él. En cuanto nos sea posible, quisiéramos celebrar su vida al estilo al que nos tenía acostumbrados.”
Invadida por la tristeza y el dolor, y al no haber podido entrar para verte; no tuve más que hacer que dejar el ramo de rosas que llevaba para ti ante la puerta de tu habitación.
En los días anteriores a tu funeral, veía como llegaban flores a camionadas. Las mandaron a tu casa y a las oficinas de Queen. Muchos fans se habían reunido en los alrededores de tu casa, por lo que tuvieron que cerrar la calle durante algunos días.
La cremación tuvo lugar el 27 de Noviembre, fue privada y con pocos invitados. La ceremonia se celebró según las creencias de Zoroastro, una religión persa de la que tus padres eran creyentes.
Los periódicos, en general, fueron amables contigo después de tu muerte y la mayoría de ellos incluyeron páginas de homenaje a tu talento.
Como homenaje Post-mortem se lanzó un doble sencillo con dos temas: “Bohemian Rhapsody” y “These Are The Days Of Our Lives”. Cuyo dinero recaudado fue a una organización para la lucha contra el SIDA.
Dejaste una enorme fortuna, a Mary Austin le dejaste cincuenta millones de dólares; Además de pedirle que ella sea la única que sepa donde quedarán tus cenizas. A tu último amante, Jim Hutton, le dejaste casi un millón de dólares y una casa; Además que dirigirá una fundación para infectados de SIDA, como le pediste que hiciera con la fortuna que le dejaste. Y a tu familia destinaste la otra mitad del dinero.
Supe que grabaste el álbum “The Miracle” sin saber si ibas a poder hacer otro, y después de terminarlo, insististe en volver a los estudios para grabar otro. El resultado fue el intenso “Innuendo”. Tu voz en ese álbum fue tan potente que eliminó los rumores de que estabas seriamente enfermo.
Te habías dicho que cuando no pudieras grabar más por no tener la energía necesaria, entonces sería el fin. Porque tu vida fue tu trabajo, tu trabajo fue toda tu alegría. Decidiste irte cuando ya no tuvieras eso, y lo hiciste a tu manera.
Una mañana me reuní con Diana Moseley, y me contó acerca de la última visita que te hizo.
-Nos fuimos al piso de abajo y jugamos una partida de Scrabble, yo estaba bebiendo champaña, estábamos solo él y yo. Cuando me iba, me dijo: -Gracias por pasar la tarde con este viejo.-
Después de decírmelo, me miró a los ojos y comenzó a llorar, por lo que la abrazé y consolé ese día.
Estuve presente cuando grabaste el que se convertiría en tu último video “These Are The Days Of Our Lives”. Sufrías grandes dolores y te costaba mantenerte en pie; Pero insistías en continuar con tu humor y alegría habituales. Aun puedo recordar perfectamente aquellos momentos en que sonreías durante el video.
Ahora me encuentro escribiendo esto, preguntándome si en algún momento te percataste de que siempre estuve junto a ti.
Fati Mercury- spread your wings
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Re: Un Ramo De Rosas Para Mi Amor
OMG *-* chan chan chan chan este es mi favorito *-* me encanta como escribes fatima cat* ya te imaginaras quien soy xD me intereso la pagina asi que me inscribi xD lol esta es mi historia favorita de todas m encanto aunque esta un poco triste *-* pero es... maravillosa
Alejandra Stradlin- all dead all dead
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Gracias XD
Que bueno que te gusto el fanfic XD y de que te uniste. Me encanta esa imagen :3
Fati Mercury- spread your wings
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Re: Un Ramo De Rosas Para Mi Amor
Este es uno de los fics más tristes que he leído, y. sin embargo... es hermoso.
Escribes muy bien! Sigue escribiendo, por favor!
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Scandal_Queen- Admin
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