La vida en el cielo de los inocentes

Bueno, esta historia no tiene que ver con Queen, pero se las quería compartir ya que soy nueva y es la única historia que hice hasta el momento.
Espero que les guste (:



Esta es mi historia, la historia de un sueño que tuve el día Jueves, 7 de Febrero del 2013. Espero que le guste al lector sumergirse en un mundo de fantasías dentro de la realidad.

Estaba en mis últimos días, sabía que no iba a seguir más, que mi vida no iba a tener mas tiempo, y que morir a los 15 años era el dolor mas grande que le iba a dejar a mi madre. Pero la hora de mi partida estaba próxima.
El 5 de Febrero del 2013, me dirigía a tomar un micro para comprar unos medicamentos para mi enfermedad. Yo tenía cáncer de estómago, lamentablemente, se me había expandido en todo el cuerpo, desde los pulmones, parte del riñón y también el colon. Me hicieron dos operaciones de las cuales ninguna tuvo éxito, el cáncer seguía en mí.
En el micro pensaba en todo lo que hice y me dije a mí misma -Rayos, no disfruté de la vida, no hice nada productivo ¿estás seguro de que me quieres llevar ahora, Dios? - estaba triste y tenía miedo de morir.
Realmente estaba muy débil, mi peso siempre fue de 53kg pero debido a esta enfermedad bajé 17kg y no tenía apetito, el cáncer me ganaba. Es por eso, que en los micros veían mi estado y siempre me dejaban el asiento. Algunas veces no aceptaba, quería seguir siendo la misma adolescente normal que siempre fui.
Al volver a mi casa y con los medicamentos en la mano, vi a mi mamá sentada en un asiento, cerca de la ventana y mirando al cielo, algunas lágrimas salían de sus ojos
-¿Mamá? ¿estás bien?
-Tesoro- mientras me daba un gran abrazo -acabo de llegar ¿compraste los medicamentos?
-Sí, aunque algunas personas me apuraban en la calle, ya sabes, siempre desesperados por andar- me refería a mi estado anímico, mi paso al caminar era muy lento y débil, las otras personas no sabían lo que me estaba pasando
-Hija, no te debí mandar a la farmacia en tu estado, prefería no ir a mi trabajo para comprarte tus medicamentos
-Lo hecho, hecho está, mamá. No te preocupes, ahora voy a tomarlos
-Ve a acostarte luego, Vero
-De acuerdo mamá

Mi nombre es Verónica, tengo 15 años. Amo a la buena humanidad, a los animales y sobre todo, a las personas de buen corazón. Mi padre, Juan, tenía la misma enfermedad que yo, puede ser que sea hereditario pero yo soy adoptada, realmente no sé porque tengo el cáncer dentro mío y tampoco sé que hice para merecerlo.
Lo bueno de todo es que, si iba al cielo, me iba a encontrar con mi papá, con mi héroe, con el hombre que me crió desde que era una beba muy pequeña e indefensa y que por primera vez en 3 años, podría volver a verlo y abrazarlo -¡Qué bueno ir al cielo para ver a mi padre! pero que malo dejar a mi madre en la tierra y sola...- ese era mi pensamiento cuando veía el techo de mi habitación mientras estaba acostada en mi confortable cama. De repente, sentía que mis pulsaciones cardíacas eran mas rápidas, me sentía agitada ¡nunca me sentí así! ¿era mi hora? tal vez...
Llamé a mi mamá como pude –Mamá…- ni siquiera pude completar la palabra "mamá" Mi madre subió rápido las escaleras y me vio postrada en la cama
-¿Que pasa hija?- a ella también se la veía desesperada por mi situación
-Mamá, llama a un medico- me faltaba el aire, no podía decir bien las palabras ni tampoco expresarme fácilmente. Mi madre corrió a la otra habitación para llamar a un médico o a un ambulancia ¡a lo que fuese!
Cuando ella volvió del cuarto, vio mi cuerpo inmóvil, me dio pequeñas palmadas en mi cara diciendo -Verónica ¡despierta! está llegando el médico.Verónica...- mi cuerpo se volvía helado y mi mamá estaba empezando a llorar. Tomó mi mano con fuerza, mi huesuda mano y la besó. - Verónica, te queda tanto por vivir, no me dejes ahora- pero yo no respondía. Tocaron el timbre de mi casa, era el médico y una ambulancia. Él iba a decirle lo que ella no quería escuchar, que mi hora había llegado y que yo había abandonado este mundo.
El médico no vio signos vitales en mí, tocó mi pulso y no respondía. No había mas nada que hacer.
-Señora Aurora, lamentamos mucho esto pero... su hija falleció- Palabras mas duras no existen ¿no creen? Un mar de lágrimas inundó a mi madre en una fuerte depresión que hizo que se sentara en su asiento. Los médicos llenaron la ficha de fallecimiento y luego procedieron a retirar mi cuerpo de la habitación en una camilla, a la cual le pusieron una tela para que nadie viese mi difunto cadáver. Lo mejor estaba por venir... la entrada al paraíso, que no era como yo me lo imaginé, era muchísimo mejor y muchísimo mas normal.
Abrí mis ojos, estaba acostada en un suelo violeta color pastel. Una señora vino, rubia, con ojos grandes y celestes y con un par de alas, ¿existían lo ángeles? Parece que sí. Aquella dama extendió su mano y me dijo-Niña ¿que haces en el suelo? - realmente no sabía lo que estaba sucediendo
-Sí señora, estaba en mi habitación cuando de repente me dormí... ¿es un sueño esto? ¿o es la vida real?
-Es la vida real, pero en otro lugar ¡Bienvenida! al paraíso- y con una gran sonrisa en su rostro me contó la historia de como llegué ahí. Era realmente un lugar increíble, lleno de personas, edificios, casas familiares, caminos de piedra, árboles, piscinas, era como una ciudad de ricos.
-Bien, Verónica, necesitamos saber para mandarte a algún grupo-
¿Sabían mi nombre? Realmente no entendía lo que sucedía -¿Grupo? ¿Saben mi nombre también? - dije desconcertada
-Un grupo. Los grupos se separan por lo que fueron muy buenos en la vida y los que fueron terriblemente malos, te doy un ejemplo: Hitler, está en el infierno ¿porque? porque no se arrepiente de lo que hizo, de matar a miles de personas inocentes. En el infierno se sigue haciendo el mal que siempre hizo es por eso que hay tantas desgracias en el mundo. Y sí, sabemos tu nombre, desde acá se juzgan a los vivos y los muertos
Era fantástico, no creía que realmente existiera el cielo, a pesar de que siempre fui una persona católica, nunca me centré en la religión… pero como verán, Dios les da prioridad a todos.
-Realmente tengo miedo por el grupo al que iré
-Tranquila, tienes 15 años, todavía no has finalizado tu vida, irás al grupo de los inocentes
Estaba en el cielo, en el grupo de los inocentes, ahora solo esperaba con ansias volver a ver a mi padre, como ya dije, a mi héroe.

Fin del primer capítulo.

Hola!!!

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